domingo, 28 de septiembre de 2008

La despedida




Sentir clavar el rayo de agonía,
desde la frente, cuello y ombligo
desde la observación continua.

Tú y en ella la sombra, espasmo y encanto
oblicuas sombras ante pupilas dilatadas,
ojos que se ahogan ante el llanto.

Nocturno errante de misteriosa mirada,
regresas, nos vamos, noche de razonamiento
cierro los ojos ante aquellos instantes,
Tu boca, mis labios ¡qué miserable instante!

Karelia Llanos.

1 comentario:

Raúl Romo dijo...

Hola.

Dejé de frecuentar este sitio cuando tuve la sensación de que no escribirías más; ahora creo que fue porque estabas tan ocupada con tus materias (y haces bien en ocuparte --y mucho-- en tus materias), que no tenías tiempo para las letras.

Ahora que estás de vacaciones quizás tengas más tiempo.

Cuídate y que estés bien.