Sentir clavar el rayo de agonía,
desde la frente, cuello y ombligo
desde la observación continua.
Tú y en ella la sombra, espasmo y encanto
oblicuas sombras ante pupilas dilatadas,
ojos que se ahogan ante el llanto.
Nocturno errante de misteriosa mirada,
regresas, nos vamos, noche de razonamiento
cierro los ojos ante aquellos instantes,
Tu boca, mis labios ¡qué miserable instante!
desde la frente, cuello y ombligo
desde la observación continua.
Tú y en ella la sombra, espasmo y encanto
oblicuas sombras ante pupilas dilatadas,
ojos que se ahogan ante el llanto.
Nocturno errante de misteriosa mirada,
regresas, nos vamos, noche de razonamiento
cierro los ojos ante aquellos instantes,
Tu boca, mis labios ¡qué miserable instante!
Karelia Llanos.