Si escucho del tuyo pensamiento
el sentir eterno, te observo y pienso
¡esto es el paraíso eterno!
y llamo tras el descuido terso
son sólo llamaradas, sólo voces ingenuas
clamando su realidad… sus risas…
Si no escucho tu voz, no existes,
percepción –tú y yo-
nos quemamos,
de la piel nos sentimos,
del corazón nos lamentamos,
nos alejamos…
nos perdimos.
el sentir eterno, te observo y pienso
¡esto es el paraíso eterno!
y llamo tras el descuido terso
son sólo llamaradas, sólo voces ingenuas
clamando su realidad… sus risas…
Si no escucho tu voz, no existes,
percepción –tú y yo-
nos quemamos,
de la piel nos sentimos,
del corazón nos lamentamos,
nos alejamos…
nos perdimos.
Karelia Llanos.
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